lunes, 27 de enero de 2014

- encuentro -

Todavía no despertaba,
¿y para qué iba a querer hacerlo?
Aún flotando, le tenía junto a mí.
Aún flotando, me tenía junto a ella.
Sabía que quería estar con ella pero,
¿quién era ella?
¿era este el mundo real?
Mundo real o no, quería quedarme aquí.
Sin embargo, todavía no podía ver su rostro,
¿o sí lo había hecho?
Momentos después, me di cuenta que estaba en una habitación
¿llevaba todo el rato aquí?
 Podía ver a dos personas, chico y chica, uno en brazos del otro.
Se veían que se querían, pero
¿qué hacía viéndolos?
En sus ojos podía ver todo lo que sentía por ella. El chico, como si fuera una fantasía, le observaba. Aún teniéndole en brazos, aún besándole, le parecía inalcanzable.
Pasó años observándole, destinado a ver en la distancia por una barrera que él mismo había construido.
Se veía un poco de miedo en su mirada, temía perderle.
Ella, a través de la barrera de cristal que él había construido, le veía desde tiempo atrás. Muchas veces expectante, esperando el momento de romperla.
Sin embargo, el chico todavía conservaba el cristal. No lo había roto, sólo lo quitó.
Tras otro beso vi...
¿yo era él?
Cuando fijé mis ojos en mi acompañante, pude ver que era ella.
Por fin veía su rostro.
Nos veíamos el uno al otro.

Ya no necesitábamos tenernos sólo en sueños.
Decidí despertar, y a mi lado estaba ella.
Lo primero que hice fue romper el cristal.
Ya no necesitaba dormir más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario