viernes, 17 de enero de 2014

acciones

Muchas veces termino pensando en la importancia de las cosas. Cosas que generalmente terminan siendo acciones. Antes pensaba, quizá por la poca estima que se puede tener cuando se es adolescente, que cualquier acción que no terminara en la muerte, era corregible. Que las acciones no importaban tanto como nosotros mismos nos hacíamos creer. Sin embargo, aún pensando así, muchas veces recordaba el pasado, inspeccionando mis acciones diarias y pasadas, no necesariamente recientes, viendo todo lo que podía cambiar y corregir. Ahora, creo que muchas de las acciones siempre influyen en lo que termina pasando a lo largo de nuestras vidas, en mayor o menor medida. Termino pensando en cosas como que, si por ejemplo, el primer día de clases, no hubiera sentado donde lo hice, quizá no habría profundizado mis relaciones con mis amistades actuales. Esto obviamente puede no ser cierto, pero es una idea de la clase de cosas que pienso. Pienso que las acciones que tomamos van a terminar siendo, sea esta vista como positiva o no, material del recuerdo.
También, como persona introvertida y a veces poco sociable que puedo ser, muchas amistades han llegado a un punto muerto, donde uno queda más que dejarla y darla por terminada. Es unánime.Sin embargo, cualquier amistad terminada y dejada en el olvido se convierte en unas de las decisiones que terminan formándonos, quizá. Por otra parte, las amistades que no se deciden terminar, y que de hecho nunca se consideran terminadas, pasaba a ser de las mejores cosas que se pueden recordar.
Todo esto vino a mi mente al recordar dos cosas: Un sueño que tuve, en el que terminé viajando al pasado, con la posibilidad de cambiar cualquier cosa que quisiera. Al final del sueño, decidí no cambiar nada. Lo segundo, fue recordar un vídeo que vi, que iba sobre un estudio sobre la felicidad. A cada participante, se le pedía escribir sobre la persona que más ha marcado su vida, y luego, les informaron que llamarían a la persona de la que escribieron, y debías leer lo que escribiste por teléfono.
Todo eso mientras me bañaba.
El punto de todo esto es que ahora recuerdo el pasado, por el simple hecho de recordar. Cualquier acción que he tomado ha sido por algo, y lo que ha pasado, ha sido consecuencia de esas acciones. En todo caso, de no haber hecho las cosas que he hecho, quizá no estaría tal como estoy.

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