martes, 21 de enero de 2014

\elevación\

Nuevamente desperté en un lugar que no era mi habitación.
¿Nuevamente?
¿Había estado aquí ya?
O mejor, ¿había de verdad despertado?
Todo era una oscuridad, pero sabía qué hacer.
¿Cómo lo sabía?
Por alguna razón, no estaba flotando.
¿Era normal no flotar?
Aunque esta vez no me fijara en sonidos, igual no aparecía ninguno.
¿O sólo no los escuchaba?
Estar en ese sitio desconocido me traía calma.
¿Por qué?
Sí había algo, o más bien, alguien.
Lograba ver la silueta de lo que parecía ser una mujer.
¿Me estaba hablando?
¿Qué decía?
Escuchaba su voz, y tras cada palabra sentía que me elevaba.
¿Había empezado ya a flotar?
A medida que se acercaba, le oía más, pero seguía sin entender lo que decía.
¿De verdad estaba hablando?
Luego de un momento, creía entender lo que decía.
¿Quería que me fuera?
Mientras más se acercaba, más nervioso me ponía.
¿Por qué estaba con alguien que quería que me fuera?
Lo siento, no quiero molestar.
Nuestros rostros estaban cerca el uno del otro, y aún así no le veía bien.
¿Debería irme?
Pero no quería.
Cada centímetro menos de distancia era uno más cerca de poder verle.
Quería besarle.
Ella...
Me estaba besando.
Podía sentir sus labios, y también el calor en mi pecho se sentía crecer.
Con voz temblorosa alcancé a decir "me iré"
La primera palabra que entendí en esa oscuridad, y la única que necesitaba entender, fue "no"
En algún momento habíamos dejado de flotar, y estábamos apoyados en un suelo.
¿Habíamos flotado de verdad?
"no te vayas" repitió.
En todo caso, no quería hacerlo.

Aquella noche no desperté, y fue la más feliz de todas.

¿De verdad había dormido?

No hay comentarios:

Publicar un comentario