lunes, 6 de enero de 2014

クリスタル

Con el cristal ya no interponiéndose entre ambos, sintieron toda la libertad que puede sentirse por un ser vivo. Sin el cristal, podían tenerse por fin el uno al otro. Podrían por fin amarse el uno al otro; podrían herirse el uno al otro. Ahora, con libertad y sin límites, se vieron y se interpretaron silenciosamente, en su conversación donde no cabían palabras.

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