miércoles, 29 de julio de 2015

Nudos

Pueden decir mucho las miradas.
Pueden volverse encuentros que desean ser repetidos,
que quieren suceder;
pueden dos anhelar verse,
encontrarse,
tenerse.

A veces nos perdemos,
y estas miradas pasan a ser mucho más;
pensamientos no compartidos,
deseos irreales.
Se suman las miradas,
las circunstancias,
se crean deseos,
se toman acciones que, esperamos,
nos brinden más miradas,
y más que miradas.

Nos ata cierto miedo:
la realidad de saber que,
muy posiblemente,
las miradas queden en sólo ellas,
sin compañía,
sin más.

Sólo miradas...
mejor acompañarlas.

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