jueves, 2 de octubre de 2014

Angustia

Por razones que no logro comprender, he vuelto a soñar.
Despierto, ya no le tenía, y sólo en sueños podía verle,
pero, ¿por qué volvió a ser así?
Ya no flotaba en mis sueños,
¿era eso raro?
Ya no podía verme en mis sueños,
únicamente estaba sentado frente a una ventana,
y del otro lado estaba ella viéndome.
Parecíamos tristes, aunque sólo nos veíamos.
Muchas veces intenté preguntar por qué estábamos separados,
parecía entenderme y señalaba la ventana.
Despierto, sólo escribía;
sabía que antes le tenía, ¿por qué ya no?
anotaba los recuerdos de esos sueños en que no podía alcanzarle,
le escribía muchas preguntas,
pero me entristecía saber que no me leería,
¿por qué vuelvo a tenerle en sueños?
¿por qué ya no flotamos juntos?
Dormía con papeles en mi cama,
para recordar las preguntas que hacerle al verle en mis sueños.
Nunca le pude preguntar nada;
en los sueños, la distancia entre nosotros y la ventana cambiaba:
estábamos un poco más cerca, pero,
a veces no le veía sola,
habían desconocidos sentados junto a ella,
¿por qué estaba soñando con ellos?
A veces, parecía feliz donde estaba.
¿No hacía falta juntarnos?
A veces, al dormir, su silla estaba vacía.
A veces no dormía, sólo por si le apetecía volver.
Nuestras sillas estaban un poco más cerca, pero aún así lejos.
¿Por qué nos separa una ventana?

Duermo ahora con una piedra, por si al soñarle, pudiera romper ese cristal.

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