lunes, 10 de noviembre de 2014

Oportunidad (es)

Destacaba una sóla cosa de todas las que había hecho en su vida. En tercera persona, se veía cada vez que que arruinaba las cosas; cada vez que se destruía buscaba ir más y más al fondo, sólo porque ignoraba todo el daño. Moría de a poco cada vez que hacía daño, pero pocas veces aquel hombre podía detenerse incluso cuando odiaba herir, pues él mismo era herido. Todas las tormentas caían sobre sí, y gritando sin encontrar algo que lo detuviera, se destruía. Pero, hay algo maravilloso en este ser. En medio de las tormentas, llegaba en forma de calma y compañía; fortaleza. Detenían juntos aquella tormenta, y formaban un refugio que querían sea indestructible, cuya mantención iba por ambos.
En las tormentas, caían ambos; sujetándose, no caían tanto, y levantarse era la mejor sensación del mundo. Disfrutaban ver su refugio: se disfrutaban.

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